viernes, 23 de abril de 2010

Fumando la pipa de la paz con Reynaldo Brito‏

Celebro con júbilo esta noticia, porque siempre he entendido que las batallas se libran pero siempre hay que dejar un espacio para el diálogo, para limar asperezas y eso es lo que ha sucedido con Bolivar Balcacer y Reynaldo Brito.

La noche del miércoles fue el día propicio para que sucediera el encuentro; pero también Felix Cabrera celebró con los periodistas de la ciudad de New York, algo que hasta donde sabemos, nunca había sucedido en su larga carrera como empresario.

Que bueno! que estos dos acontecimientos se hayan dado, y que de una vez se comprenda que en esta ciudad de New York, la mayoría de los comunicadores que trabajamos la información, lo hacemos con criterio y seriedad.

Por Bolívar Balcacer


El poeta y padre de la patria de Cuba José Martí escribió una poesía que lo ha catapultado en el tiempo “La Rosa Blanca”, dice el poeta:



Cultivo una rosa blanca,


En julio como en enero,


Para el amigo sincero


Que me da su mano franca.





Y para el cruel que me arranca


El corazón con que vivo,


Cardo ni ortiga' cultivo:


Cultivo la rosa blanca.

En ese mismo tenor podemos traer, como a Pedro le preocupa la ofensa personal y pregunta a Jesús, Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi hermano? ¿Hasta siete veces?, Le dice Jesús: No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete (Mateo 18, 21-22)

Anoche se presentó la oportunidad de tener un encuentro que me ha llenado de paz y de gozo, todo gracias al esfuerzo titánico de ese visionario joven y dominicano Anthony Worth quien me solicitó reunirme con el foto reporte Reynaldo Brito en un importante restaurante de New York, Worth un pacifista de marca mayor y un gran civilista logró que entrada la noche y después de un encuentro con varios periodistas el amigo Reynaldo Brito y yo, en compañía de Ramón Ramírez (Misterdj1) y mi hermano Gabriel pasáramos revista a la historia de acontecimientos que nos mantuvieron en un dime y direte, tanto con él, como con José Rafael Sosa.

Reynaldo Brito mantuvo una altura fuera de serie y con humildad planteó sus pareceres y yo los míos, acepté que he sido fuerte en mis criticas, tanto a él como a Sosa y me comprometí a bajar totalmente el ataque para bien de la armonía y de las nuevas generaciones de comunicadores dominicanos, este paso que hemos dado nos engrandece porque nos coloca en una postura de amplitud, tanto social como moral, manteniendo respeto mutuo no solo en lo personal sino en lo profesional.

El habernos encontrado gracias a la intervención salomónica de Anthony Worth nos permite pensar en lo que planteó una vez Albert Einstein, decía el maestro: “Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz”, entendí eso y a medida que Reynaldo exponía sus criterios en esa noche de encuentro por la consolidación de la paz, también me llegó a la memoria unas expresiones de Antoine de Saint-Exupery que decía: “ Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor”

Creo, que ahí radicó el esfuerzo de Anthony, un muchacho de poco hablar, pero con un corazón noble y un autentico, amante de la paz y, como si el destino jugara con nosotros en ese encuentro inolvidable también juega su papel estelar otro pacifista autentico Ramón Ramírez, de mi hermano Gabriel no digo nada, porque ha sido un conciliador de marca, que a fuerza de trabajo a logrado un espacio en esta ciudad.

Quiero en tal sentido agradecer a Reynaldo su gentileza, no solo por la sencillez que yo desconocía en él, y por su pasión en la defensa de su amigo José Rafael Sosa, a quien mantuvo en un pedestal, haciéndome ver cosas que yo desconocía del espíritu solidario del escritor y periodista.

A partir de este momento y como le manifesté a Reynaldo, delante de los compañeros, y hago saber al mundo ahora, fumo la pipa de la paz no solo con él, sino con Sosa, a quien públicamente presento un ramo de olivo por mis ataques unas veces despiadados y otras veces mordaces, la antorcha de la paz la hemos enviado con Brito por lo que hemos sepultado todo y comenzaremos un borrón y cuenta nueva en procura de producir un trabajo de crecimiento colectivo, ayudando a nuestros compañeros no solo de la capital, sino de los pueblos del interior, orientándolos y permitiendo que sigan avanzando, colocándonos como los hermanos mayores que guían por buena senda a su prole.

Al fumar anoche la pipa de la paz con Brito, y por ende con Sosa, me comprometo a mantener un trabajo solidario del que todos podamos sentirnos orgullosos, por lo que acojo como bueno y valido lo que aparece en la Biblia específicamente en Romanos 12:18 que establece: “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres”.

Gracias Anthony por el esfuerzo, Gracias Ramón Ramírez por tu presencia para que se cristalizara todo, Gracias Gabriel hermano del alma por acompañarme en esta jornada de paz y finalmente decirle a mi amigo y hermano hoy en convalecencia Félix Vinicio Lora, quien luchó hasta que el derrame lo sorprendió porque yo limara asperezas con Brito y con Sosa..Misión cumplida…tus deseos como los de Anthony Worth se han hecho realidad.

La meta ahora es disfrutar la paz y trabajar por el crecimiento colectivo.

Hasta nuestro próximo comentario.

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