lunes, 17 de diciembre de 2012

Biografia de un Pianista: Ramón Orlando Valoy

Por Juan Colón

Nació en Santo Domingo en el 1959, empezando a temprana edad sus estudios musicales y en 1975 ingresa al Conservatorio Nacional de Música donde luego interrumpe sus estudios de Piano para ingresar a la orquesta de su padre Cuco Valoy y su Tribu en 1979 permaneciendo hasta el 1984 aproximadamente.

Después de su paso extraordinario por la orquesta de La Tribu se conviert...
e en un arreglista de una aceptación llena de admiración y anhelos de que cada líder musical tuviera en sus repertorios arreglos musicales de Ramón.
Mucho antes de salir de la Tribu, Ramón se había convertido en uno de los arreglistas más solicitados del momento por muchas razones las cuales enumeraremos algunas de ellas.
Un swing extraordinario para el Tumbao del Piano, haciendo maravillas que dejaban boquiabiertos a cualquier escucha, músico y bailador. Su fuerza rítmica la impregnaba en cada arreglo, en cada frase y en cada sección, ya sea el ritmo, los saxos o la trompeta.
La armonía sencilla pero grandiosa que caracterizan sus arreglos, sello único al sonar y su sentido interpretativo genial al mezclar lo clásico con lo popular logrando un solo ente que solo enriquecía mas y mas al bailador y al merengue mismo.
Apenas años reciente Ramón retoma sus estudios clásicos y termina graduándose de Pianista Clásico del Conservatorio Nacional de Música.
Si escuchamos atentamente cualquier arreglo de los cientos y cientos que este genial músico nuestro ha hecho sentiremos su extraordinaria fuerza rítmica que logró en cada uno de ellos.
No existe un solo arreglo de Ramón donde se pueda sentir algún disconfort con relación al tiempo de la canción. Todos están impregnados de una asombrosa precisión rítmica-sonora logrando algo que a mi juicio ha sido el único arreglista de merengue que sus merengues eran fuentes de estudio para los pianistas, bajistas, saxofonistas y trompetistas.
Su equipo estelar de trabajo asi lo ameritaba, Joe Nicolás en el Bajo, Kaki Ruiz, Fermín Cruz en las trompetas y Crispín en el Saxo, un equipo jamás igualado en cuando a las sesiones de los brass como le llamamos, también la sesión rítmica que era algo fuera de serie, su afinque inigualable.
No me atrevo a recomendarle un arreglo para escucharlo en especial porque cada uno se convirtió en una obra maestra del merengue. Época de gloria para el merengue en todas sus facetas, arreglista supremo, ideas geniales, dotadas de gran sencillez pero de belleza impresionante.
Soy un gran fanático musical de su gigantesca obra, quedará para la historia su monumental aporte al merengue, y también a la Balada Dominicana donde ha tenido un gran éxito tanto como cantante también como compositor.
Su Orquesta Internacional hizo historia en nuestra música, logrando captar la atención de todo amante del merengue excelente. Es indudable que al recordar las épocas del diferente miramos con gran regocijo el Arcoíris Impregnado por Ramón y si miramos el giro que se le ha dado a nuestro género es natural que anhelemos esta etapa gigantesca que se vivió.
Junto a su grandiosidad rítmica se sumaba el gran dúo Ramón-Joe donde en verdad se regocijaba nuestra música. Estos dos grandes intérpretes con dones especiales del Creador pusieron todo su amor, fuerza creativa, talento, coraje en hacer historia. Hasta la fecha no ha existido otra agrupación con dos gigantes como estos dos queridos y respetados intérpretes donde nuestro merengue se vistió de gala, profesionalismo y creatividad fueron sus mejores vestidos.
Ramón tiene su espacio en nuestra historia como uno de nuestros más grandiosos arreglistas dejando un legado que nos servirá de honra a la hora de recordar la otrora grandeza que se vistiera nuestra música.
Un abrazo del alma Ramón, siempre tendrás en este rincón de mi alma uno de los músicos que más ama, respeta y valoriza tu música. Dios te bendiga siempre hermano de la gran orquesta del Creador. Gracias por permitirme ser parte de tu grandiosidad.

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