Por Bolivar Balcacer
La ciudad de New York es una ciudad embriagadora, lo tiene todo como en boticas, pero en el mundo de la comunicación también tiene una amplia legión de mujeres que realizan un trabajo magistral, mujeres de diferentes países, aunque una gran parte de las que laboran en los medios locales son de origen dominicano.
De ese grupo, una joven de Bonao parece ser la que tiene el mayor de los talentos, es sencilla, humilde, trabajadora, estudiosa y esta llevada de la mano de uno de los más completos comunicadores quisqueyanos de los últimos tiempos Ramón Aníbal Ramos.
Nos Referimos a la joven Wanda del Villar, ver su trabajo en lo mejor del cable como se le llama al show de Ramón Aníbal es darse un banquete de calidad, superando a muchas que se ufanan con su ego y que tienen la desfachatez incluso de pregonar que ganan mucho dinero cuando la realidad es que lo que ganan es mucha presión, por varias vías, sobre todo por la emocional porque su afán de egolatría no le permite mirar más allá de sus narices y no se han preparado para la comunicación del siglo XXI que es lo que ha venido haciendo de forma magistral la joven Wanda del Villar.
A ella le caen como anillo al dedo las palabras pronunciadas por la gigante figura de Evita Perón cuando dijo: "...Ha llegado la hora de la mujer que comparte una causa pública y ha muerto la hora de la mujer como valor inerte y numérico dentro de la sociedad. Ha llegado la hora de la mujer que piensa, juzga, rechaza o acepta, y ha muerto la hora de la mujer que asiste, atada e impotente, a la caprichosa elaboración política de los destinos de su país, que es, en definitiva, el destino de su hogar..."./
Wanda es disciplina, es firme, participa en varios movimientos filantropicos de ayuda colectiva sin estar pregonandolo a los cuatro vientos y sobre todo tiene el deseo de aprender, no se anda creyendo que es la máxima figura de la televisión de New York, ella es tranquila y su trabajo llega a millones de hogares que reciben un programa hecho con criterio y con sabiduría cada semana, es que la escuela de Wanda es una escuela de 5 Estrellas que ella ha asimilado muy bien, ahí a radicado su éxito.
Cuando hace unas horas compartimos en los premios Estrellas de la Música, le formulé unas cuantas preguntas y me dijo “yo no me detengo, hay un compromiso de crecer y hacer las cosas bien, por encima de cualquier obstáculo” entonces esas son las palabras que hacen que uno crea en la gente que tiene deseos de superación y que anteponen los caprichos del dinero para dar el mil por mil, al escuchar a Wanda decirme eso, me llegó a la mente unas citas que leí hace un tiempo de la poetisa Virginia Woolf que decía “ No hay barrera, cerradura ni cerrojo que puedas imponer a la libertad de mi mente” esas palabras las concatené con otras de la también poetisa Cecilia Meirelles que dijo “ Aprendí con las primaveras a dejarme podar para poder volver entera”.
Creo sin temor a equivocarme que Wanda del Villar a podado con estilo y con delicadeza su cerebro, para demostrar talento sobrado, dejando muy detrás a leguas diría yo, a las que de dominicana en New York se siente más allá de las nubes pero que por su cerebro lo que pasa es el sueño de nunca llegar porque solo piensan en pequeñeces y las alturas le marea, y solo e preocupan por rendir culto a Adonis.
Así como siento orgullo de figuras dominicanas de la categoría de Maria Trinidad Sánchez, Concepción Bona, Ercilia Pepin, Salome Ureña, Evangelina Rodríguez, Minerva, Patria, Maria Teresa Mirabal, Mama Tingo, Abigail Mejía, Hilda Gotreaux, Milagros Ortiz Bosh, Julie Carlo y otras, también siento el orgullo de saber que de las jóvenes comunicadoras dominicanas en ultramar hoy, Wandan del Villar, es una de las mejores, porque el talento y la disciplina a ella le sobran y porque aprendió que la sencillez es un juego que vence la fama.
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