"La vida nunca ha sido fácil para mí".
Con esa oración, la colombiana Virginia Villa comienza a repasar, a sus 62 años, el calvario por el que ha atravesado y que se complicó aún más luego de que trabajara durante 10 meses limpiando la Zona Cero.
Esta mujer, sobreviviente de cáncer en el estómago desde 2008, limpiaba el polvo y retiraba alfombras en varios edificios cercanos a las calles Broadway y Fulton, a pocas cuadras del World Trade Center.
Además de haber sufrido la extirpación de 70% de su estómago, como consecuencia del cáncer, Villa sufre rinitis, apnea, problemas sicológicos y de columna.
Según cifras del último Informe sobre la Salud del 9/11, dado a conocer en septiembre de 2010, entre 50 mil a 100 mil personas participaron en las tareas de rescate y limpieza en la Zona Cero. El informe confirma que las personas que resultaron expuestas a aire contaminado con sustancias tóxicas han sufrido enfermedades crónicas en las vías respiratorias y digestivas, problemas sicológicos y cáncer.
"Yo era muy alegre, ahora no soy ni la sombra de lo que fui, vivo muy enferma, me canso mucho. No puedo respirar bien", asegura Villa, quien llegó a EEUU hace 17 años y hoy día vive en Brooklyn y tiene siete hijos.
A su precario estado de salud se suma una difícil situación económica. Villa, que cuenta con residencia permanente, dice que los $266 que recibe cada dos semanas como compensación económica del estado, luego de haber sido declarada inhabilitada de forma permanente, son insuficientes.
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