Cuando se formó la Asociación de Cronistas de Arte se cometió un error que posteriormente fue enmendado.
En sus primeros reglamentos se estableció que había sido creada para "defender al artista dominicano".
Algo a todas luces ilógico, porque una asociación o sindicato a quienes primero debe beneficiar y defender es a sus miembros.
En el caso de los artistas tienen su sindicato, de lo cual no tenemos los cronistas la culpa que no le dan calor ni lo asuman en función gremialista.
Aunque en los nuevos reglamentos y estatutos se eliminó esa declaración de principios, lo cierto es que en la practica la entidad ha servido más que nada a los enunciados fines originarios, pues la sola mención del premio Casandra bastaría para dejar bien claro el señalado carácter, que en término de tiempo, dedicación, trabajo y esfuerzo, es la actividad que más consumen los acroartistas, por lo que se ha llegado a decir, que Acroarte solo existe para el premio.
Pienso que la asociación debería desempeñar un rol de mayor alcance, beneficio y protección para sus asociados, muchos de los cuales reciben maltratos, vejámenes, humillaciones en el ejercicio de su trabajo sin que nadie le defienda.
Quizás sea mucho pedir, en un medio que cuando un periodista o comentarista de arte se ve en problemas, en vez de solidaridad de sus colegas, lo que recibe es la indiferencia, y hasta una no disimulada alegría, por una mal entendida rivalidad o competencia.
Figura de Acroarte solidaria, que en su momento sacaba la cara y apoyaba a sus colegas?. Marivelle Contreras, paradogicamente la única mujer que ha presidido el gremio.
Pienso que los jóvenes de ahora que están al frente de la asociación, tienen por delante el compromiso de re encauzarla, de resolver y eliminar entuertos, haciendo que Acroarte se transforme en una entidad de este tiempo, apegada a los principios y valores que deben primar en la misma.
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