Por Raymond Abad
New York.- Es inevitable para los que vivimos en el área metropolitana de New York, poder ver en los diferentes cartelones que se colocan en el Alto Manhatta, el Bronx, Queens y demás condados, además de los flyers que se dan en las esquinas, como los Djs y los karaokes han invadido los diferentes establecimientos de diversión.
En días pasados durante un encuentro que se realizó de comunicadores, hablaba con un músico, del cambio que se ha dado con repeto a los años 90s y recordamos como ellos podian tocar en varios lugares en una noche y el apogeo que tenían las agrupaciones que residían en la ciudad, además de como los djs tocaban los sets de musica sin ser parte del espectáculo.
Diferente ahora, los dueños de los establecientos prefieren poner en cartelera, una serie de Djs y dejar fuera una agrupación, porque los costos son más bajos y el riesgo es menor, lo que va en contra de los grupos y músicos de aquí, que han tenido que vivir de otra cosa y no de lo que les gusta hacer.
Pude ver como en diciembre, por los lugares que estuve, solo se veia la promoción de Djs como atracción para el fin de semana del veinticuatro y la despedida de año.
Claro esta, tiene que ver el hecho de que varios de ellos están en las estaciones de radio de mayor audiencia de la ciudad y el nombre que han hecho lo aprovechan para su busqueda. Sabemos del caso de uno de ellos que al final de su horario daba su itinerario, como si se tratara de un grupo y fue inhabilitado por la gerencia para que hiciera esto, ya que la emisora no obtenía beneficio alguno.
Pero el otro caso es el de los karaokes, que son la moda del momento, ya que el público es parte del espectáculo y es que todo el mundo en un momento determinado se ha sentidio con el deseo de sentirce una estrella y eso es precisamente lo se busca.
Por el momento, seguiremos viendo los Djs y los karaokes cada semana en los Lounges, restaurantes y clubes mientras, que las agupaciones de aquí como las que vienen del país las veremos tocar en ocaciones especiales, hasta que la economía diga lo contrario.
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