Por Bryan Hoch
LOS ANGELES -- El boricua Jorge Posada no podrá evitarlo. Cuando esté detrás del plato en el Dodger Stadium este fin de semana, a través de su careta de receptor, echará una miradita hacia la cueva del equipo local.
Ahí de seguro estará el dirigente Joe Torre, sentado de piernas cruzadas, ponderando su próximo movimiento. Y para Posada y muchos otros jugadores de los Yankees de Nueva York, será extraño ver al manager que los condujo a cuatro títulos vistiendo el uniforme azul de los Dodgers.
"Fue como un padre para mí", dijo Posada. "Fue un hombre que me cuidó como si fuera su propio hijo. Siempre le estaré agradecido y obviamente a la organización. Pero la forma en que me trató fue muy especial. Siempre lo recordaré".
Los Yankees se enfrentan a Torre y sus Dodgers por primera vez este fin de semana en Los Angeles. Pero a pesar de cómo haya terminado la relación de Torre con la organización, algunos jugadores no pueden dejar de verlo como un miembro de los Yankees.
"Hemos pasado por muchas cosas juntos como para no sentir que (Torre) es un Yankee", dijo el zurdo veterano Andy Pettitte, quien está programado para abrir el último juego de la serie el domingo. "Así me siento. No sólo fue mi manager, sino alguien con quien uno podía hablar -- no sólo sobre el béisbol. Hablábamos acerca de la vida. Desde muy temprana edad, siempre estuvo ahí".
El taponero panameño Mariano Rivera le da crédito a Torre por ayudarlo a superar el jonrón que le permitió al boricua Sandy Alomar en el cuarto juego de la Serie Divisional de la Liga Americana en 1997. Rivera también recuerda cómo Torre lo ayudó a llenar el vacío que dejó la partida del taponero John Wetteland, el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial de 1996.
"Estaba teniendo dificultades al principio", dijo Rivera. "Me dijo, 'No te preocupes por lo que hagas. Mientras yo esté aquí, serás mi cerrador.' Aunque yo sabía que si seguía haciendo lo que estaba haciendo mal dejaría de ser el cerrador, eso fue suficiente para darme la confianza para seguir haciendo lo demás.
"Terminé con (43) salvamentos en esa campaña. Fue tremendo, ese tipo de persona. Siempre podíamos contar con él sin importar la situación. Joe fue más que un amigo. Es un mentor".
El impacto de Torre durante sus 12 temporadas en el Bronx no ha quedado en el olvido, pero los Yankees ahora son el equipo de Joe Girardi tras haber logrado el 27mo campeonato en la historia del conjunto el año pasado.
Girardi dice que sintió que de alguna forma contaba con el apoyo de Torre para asumir el puesto y todos sus retos. Según Girardi, una de las cosas que mejor recuerda de la celebración después del Juego 6 de la Serie Mundial del 2009 es la llamada de Torre.
"Fue agradable", dijo Girardi. "Joe es alguien a quien considero un mentor después de haber jugado y sido coach bajo su mando. Creo que siempre que uno de tus mentores te llama y te dice que hiciste un buen trabajo tiene un significado especial".
Por su parte, Derek Jeter conversa a menudo con Torre, pero el capitán de los Mulos aún se dirige hacia su ex manager de la misma manera que lo hacía cuando era un novato, una costumbre que conserva como acto de respeto.
"Es alguien de quien aprendí mucho", dijo Jeter. "Aprendí de la manera en que trata a la gente y de la forma en que se relaciona con la gente. Siempre dicen que uno debe tratar a todos igual, pero uno no trata a todos igual. Es cuestión de ser justo con todo el mundo y creo que él era muy bueno en ese aspecto".
Uno de los temas favoritos de Torre cuando hablaba con los medios en Nueva York era ponderar cómo se sentían los managers contrarios al ver a Rivera salir del bullpen en la novena entrada.
Debe ser una sensación nauseabunda, Torre suponía en aquel entonces, aunque nunca--quizás hasta este fin de semana-- ha tenido esa experiencia.
"No sé si tendrá esa (sensación). Me conoce muy bien", dijo Rivera. "Quizás la tenga. Pero espero la oportunidad con ansias. A fin de cuentas, uno simplemente quiere verlo y darle un abrazo grande".
Tomado de yankeesbeisbol.com
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