miércoles, 9 de diciembre de 2009

Luis Días vivió intensamente


Escrito por: Cholo Brenes ( cb48ypico@hotmail.com)

Y se fue. Como se van los grandes, dejando huellas. Gay y Peter nos decían que Luis había sido el culpable de que ellos estuvieran en la música, “era nuestro papá y el de muchos otros”.

Grandes figuras se cobijaron en la inmensa sombrilla del “Terror”: Juan Luis, Manuel, Mansilla, son algunos de los que aprendieron del incontrolable Días.

Frometa nos afirma que decenas de personas en el mundo del arte se lo debíamos a él. Era realmente maestro de muchas generaciones.

Y lo recordaba como lo conocí en la UASD, controversial, cuestionador de todo y de todos. Más tarde en “Convite”, luego en “7 días con el pueblo”, en aquellas memorables fiestas, un jueves, en el patio de mi casa, donde todos ellos, Víctor Manuel, Ana Belén, Silvio, Los Guaraguao, La Inmensa Mercedes, Nueva Forma, Expresión Joven, celebrábamos el éxito de esta gran jornada.

Se fueron a las 2:00, 3:00 o 4:00 de la mañana, pero Luis amanecía tocando su guitarra. Ese era el Luis que yo conocí. El que vivió intensamente su música, su genialidad y todos los que son así corren el riesgo de adictarse a ella.

Convite, Madora, Trasporte Urbano, La Victoria, Las Maravillas, son algunos de los grandes aciertos de Luis. Sergio, Sonia y Kaki tienen que recordarlo siempre. Impulsó sus carreras y los enseñó a interpretar sus composiciones.

“Marola”, “Las Vampiras”, “Yo quiero andar”, “Los mosquitos puyan”, “Mi gachimán”, son algunas muestras de sus éxitos. Yo no lo voy a recordar con tristeza.

Tenemos que recordarlo con alegría. Como él fue: desenfadado, atrevido, inconforme, fresco, cultor de verdades. No se conformaba nunca en la música con los acordes tradicionales, los cambiaba, lo distorsionaba y lograba imponerse.

Cantor de las bellezas de éste, nuestro mundo y de la realidad social que nos agobiaba y nos arropa a todos.

Un médico de los que lo atendía nos dijo que no había sufrido en agonía, que se había ido tranquilo.

A los pocos minutos de su fallecimiento nos encontrábamos algunos: amigos, parientes y compañeras de su andar.

Hay que despedirlo con su música; en los campos, en las ciudades, en los barrios, tienen hoy que celebrar que el hijo de un humilde trabajador de un campo de Bonao escaló grandes escenarios en otros lares y en su propio país.

Padre de dos hijos y abuelo de cuatro nietos

Luis Días era el padre de Lucila María Díaz Lantigua, residente en los Estados Unidos y Francis Díaz Lantigua, en Haití.

Lucila le dio tres nietos y Francis uno. Al conversar con Qué Pasa! Francis manifestó que su padre será sepultado el próximo viernes en el cementerio Cristo Redentor.

Aún no han dispuesto la hora debido a los actos de despedida que le realizarán algunas instituciones ese día.

Más allá

Pasarán muchos años y seguirán nuestros pueblos bailando en la calle, Liborio no comerá pendejá nunca y con esta falta de salubridad y diluvio permanente los mosquito seguirán puyando siempre. Sus composiciones traspasaron los tiempos y las épocas por eso Luis coqueteará con la eternidad. Porque su música es inmortal.

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