jueves, 23 de junio de 2011

A mis colegas de Acroarte New York

Por Raymond Abad
Directivo Acroarte New York

Cuando apenas faltan horas para que todos y todas tengamos nuestro derecho a elegir, osea, a votar en el proceso eleccionario de Acroarte del próximo sábado 25 del corriente, es preciso que nos tomemos un tiempecito y meditemos por quien lo vamos hacer tanto en New York como en la Sede Central, ya que la decisión que tomemos definirá lo que sucederá con nuestra filial, si avanzamos o retrocedemos.


Pienso que nosotros tenemos la opurtunidad de "casarnos con la gloria" y les explico porqué, si dejamos de pensar en el amiguismo y ponemos a Acroarte por encima de todo y damos muestra de unidad y deprendimiento, lo podemos lograr. En días pasados Chino Estrella me dijo que le había planteado a la candidata que adversa a César Romero que se sumara a apoyarlo en éste proceso para que él pudiera terminar lo que ya había comenzado, y que todo el grupo la apoyaría a ella en el período siguiente, pero la respuesta fue negativa.

Todavía estamos a tiempo de tomar el ejemplo de los muchachos de Bonao en República Dominicana, que Santiago (Pito) Acecedo entendió que debía apoyar a Robert Sánchez y a Juan Carlos Jiménes, porque ellos tienen un pacto de apoyarse entre sí; eso se llama tener conciencia de una situación.

Yo ya tomé mi decisión y estoy plenamente convencido de que elegí la mejor opción para que Acroarte New York se mantenga por el camino del avance, y explicaré el porqué de la mísma, esto lo hago despojado de toda arrogancia.

César Romero representa para nuestra filial la consolidación de la institución y el avance, durante este proceso de dos años que me he mantenido trabajando con él en la directiva hemos comprobado que está totalmente comprometido con la asociación, pues no tiene ninguna otra entidad que le reste el tiempo que se necesita para dedicarselo a Acroarte; además porque es un hombre serio y transparente. También he visto que por su trayectoria de trabajo y dedicación, se ha ganado el respeto de la mayoría de los comunicadores, tanto en New York, como en República Dominicana.

Por todo lo dicho anteriormente, se que César Romero y el Frente Acroarte Unido recibirá como sucedió en las elecciones pasadas el apoyo de los acroartistas concientes, los que entienden que no se debe retroceder y los que saben que nunca antes habíamos tenido tan cerca la oportunidad de trabajar unido a la Sede Central, como ocurrirá a partir de este próximo sábado con la escogencia por la mayoría de los miembros de Acroarte de la plancha Acción para el Cambio.

En cuanto a Santo Domingo, no hay dudas de que mi favorito y el de la mayoría lo es José Tejada Gómez, por varias razones y me explico: primero, porque fue el único que desde el principio de su campaña dijo cuál sería su plan para integrar de una vez y por todas a las filiales con todo el proceso de trabajo de la Sede Central y de los premios Casandra (algo que todos los de las filiales hemos querido que suceda y durante todos estos años solo se ha quedado en promesas). Segundo, es el único que ha unificado en una sola plancha a los miembros de la capital como de las filiales de Santiago, New York y La Florida. Tercero, tiene la experiencia necesaria para la modernización de la entidad, en su plan lo específica bien. Hay varias razones más pero por ahora lo dejaremos ahí.

Así es que mis queridos y queridas colegas, vuelvo y les recalco Acroarte esta por encima de todo, no nos dejemos llevar por los que apuestan a que en Nueva York tienen el control de hacer lo que se le antoje, demuestrenle que ustedes tienen el deseo de que haya un cambio pero allá, para que sepan que ya estamos cansados de que cada dos años vengan con el mísmo jueguito, a querernos coger de bobos con promesas vacias.

Si hubiera sido verdad que el actual secretario general y aspirante a la presidencia de Acroarte hubiera tenido el deseo de tomar en cuenta a las filiales, a raiz de lo sucedido con el problema de salud del presidente, hubiera convocado a asamblea para cumplir con las promesas que éste último se comprometió. Pero no lo  hizo.

Como dice el comercial del doctor "Le faltó voluntad al máximo, de tener voluntad".

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