Los integrantes del movimiento Orgullo Gay no deberían
dar pie a que la sociedad y las autoridades los ataquen con acciones como la que
emprendieron en su desfile del domingo pasado, como fue el irrespeto y la
irreverencia de cambiar los signos de la bandera dominicana para colocar el
suyo.
Ya no se trata de rechazarlos por sus preferencias
sexuales, sino por el trato que le han dado a un símbolo patrio.
Han ejercido un derecho a desfilar y a exaltar sus
creencias y preferencias sexuales, pero lo han hecho a costa de irrespetar las
leyes.
Debería entender que ello viola una ley que protege los
símbolos patrios. Según la constitución de la República, los símbolos patrios
son invariables. Los integrantes del movimiento Orgullo Gay deberían revisar la
historia. El papel desempeñado por varios gays que intervinieron como
combatientes constitucionalistas en la guerra de Abril de 1965. ¡Ese si era un
verdadero orgullo gay!. ¡Ver como los soldados con esa preferencia sexual
peleaban más que cualquiera con sus fusiles, largando tiros, diezmando al
enemigo, y haciendo lo que nunca se había hecho!.
Estamos seguros que esos
combatientes revolucionarios gays, que lucharon por su bandera, no estarán de
acuerdo con lo que su nueva gente ha hecho con la misma, como una pretendida
demostración de orgullo. Orgullo de qué?
Tommado de merengal.blogspot.com
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