Maddon y Gibson Managers del año

ORLANDO -- Joe Maddon, de los Rays de Tampa Bay, y Kirk Gibson, de los Diamondbacks de Arizona , fueron electos los managers del año de Grandes Ligas anunció el miércoles la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA, por sus siglas en inglés).

Maddon, de 57 años, fue colocado de primero en 26 de las 28 boletas de la Liga Americana. Jim Lyland, de Detroit, y Ron Washington, de Texas, recibieron los otros votos de primer lugar. El dominicano Manny Acta, de Cleveland, quedó cuarto con 16 puntos (3 votos de segundo y siete de tercero).
Gibson, de 54 años, obtuvo 28 de los 34 votos de primer lugar. Ron Roenicke, de Milwaukee, se apuntó tres primeros lugares y el otro voto restante fue para Tony LaRussa, de los Cardenales de San Luis.
Maddon, quien condujo a los Rays al puesto Wild Card por encima de los favoritos Medias Rojas de Boston, consiguió su segundo galardón en cuatro años de Manager del Año en la Liga Americana. También lo conquistó en el 2008, cuando Tampa Bay tuvo su primera aparición en la Serie Mundial.
En su primera temporada completa dirigiendo, Gibson condujo a los DiamondBacks al título de la División Oeste de la Liga Nacional por encima de los Gigantes de San Francisco. Arizona (94-68) ganó la división por ocho partidos de ventaja sobre San Francisco, que había ganado la Serie Mundial el año anterior.
Gibson es el segundo capataz de Arizona que gana el premio. Bob Melvin lo consiguió en el 2007.
Tampa Bay superó un rosario de adversidades para clasificarse a la postemporada por tercera vez en cuatro años y buena parte del crédito corresponde a Maddon, cuyo carisma y dotes de líder fueron más vitales que nunca en un club cuya nómina de 42 millones de dólares fue la segunda más baja en las mayores al inicio de la campaña.
Nadie apostaba por unos Rays que perdieron en la agencia libre a Carl Crawford, Carlos Peña y prácticamente todo el bullpen. Matt Garza fue transferido a los Cachorros. Manny Ramírez, a quien había contratado durante el receso, prefirió retirarse para evitar cumplir una suspensión de 100 juegos por un nuevo positivo por dopaje.

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