
Todo hasta que una tijera de podar cayó al suelo y se clavó en el jardín.
Al momento de recogerla, el hombre de 86 años perdió el equilibrio y cayó sobre la herramienta.
Uno de los mangos de la tijera entró debajo de su globo ocular derecho hasta su cuello, mientras el otro descansaba apoyado en su rostro.
Dolor
Tras el accidente, se las arregló para caminar de vuelta hacia el interior de la vivienda y pedirle ayuda a su pareja.
"No sabía si mi ojo seguía allí", dijo Luetscher. "No había sentido tanto dolor en mi vida".
Luetscher fue trasladado en ambulancia al Centro Médico Universitario de Tucson, en donde fue atendido por tres especialistas: la cirujana Julie Wynne, el especialista en oculoplastia Lynn Polonski y el cirujano vascular Kay Goshima.
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