jueves, 29 de julio de 2010

El jonrón No. 600 significaba algo, pero no en esta era del béisbol

Por Roy S. Johnson
Especial para ESPN.com

Simplemente ya no es lo mismo, y la culpa no es toda de A-Rod. Seguro, él es uno de los culpables confesos de la era de los esteroides. Pero él no debe cargar con toda la culpa por el hecho de que su carrera hacia los 600 jonrones ha sido un tanto aburrida.


El tercera base de los Yankees se tardó 2.354 partidos para llegar al No. 599; después de irse sin hits en el juego del martes contra Cleveland, han pasado ya cinco juegos de espera para alcanzar la mini hazaña de los 600.

Alex Rodríguez sabe posar cuando batea un jonrón
En otra época, cada uno de sus turnos al bate para intentar aclanzar el No. 600 provocaría muchas emociones de anticipación entre los aficionados del deporte. No sólo de los aficionados de béisbol. Dije los aficionados del deporte. Cada turno al bate en el que podría conseguir 600 nos haría saltar sobre el control remoto del televisor. En cada lanzamiento aguantaríamos la respiración.

Pero ahora mismo, no se siente así.

A-Rod podría batear el No. 600 tan pronto como el miércoles en la noche contra los Indios; y si lo hace -- o cuando lo haga -- el camino recorrido para llegar ahí merece una celebración, un laudo. Después de todo, él será tan sólo el séptimo pelotero en la historia con esa cifra. ¿Pero organizar mi día con el fin de no perderme una de sus visitas al plato?

No es para tanto.

i tú vives fuera de Nueva York, o si no eres un aficionado de los Yankees, probablemente tú le prestas mucha atención a esto sólo si es tu trabajo prestarle atención -- digamos, por ejemplo, que eres un periodista adscrito a los Yankees o un talento de televisión de alguna estación de televisión o de ESPN.

De lo contrario, tus días y noches no han cambiado ni una milésima.

¿Ver a los Yankees o recortar el césped? El césped quedó cortadito.

Ver a los Yankees o ver "Salt"? Angelina Jolie. ¿Algo más que decir? (Se las recomiendo, por cierto.)

¿Ver a los Yankees o jugar golf? Por favor.

a triste realidad es que ya realmente no nos importa demasiado el récord de jonrones del béisbol, sea la marca de Barry Bonds de 762 o, si lo ves de otra manera, la marca de 755 de Hank Aaron. Al menos, realmente no nos importa como antes.

En un momento fue el récord más venerado en los deportes; ahora es el más vergonzoso. Simplemente no goza de la misma alta estima, y no estoy seguro de que volverá a tenerla.

Un letrero que habla mucho sobre la era que pasó
En cierto sentido, nosotros los fanáticos somos como amantes menospreciados. Nuestros corazones quedaron rotos y no vamos a dejar que nos pongan en la misma posición de quedar heridos, al menos por un tiempo razonable.

De nuevo, esa no es razón para culpar a A-Rod, al menos no completamente. Ni siquiera puedo culpar por completo a Mark McGwire, Sammy Sosa, Rafael Palmeiro, Roger Clemens, Jason Giambi, Bonds o cualquier otra cantidad de jugadores cuyos rostros por siempre ilustrarán la era de los esteroides del béisbol. Esos hombres, como dijo recientemente Andre Dawson en su discurso de exaltación en Cooperstown el pasado fin de semana, son los "individuos que han elegido el camino incorrecto y han elegido que ese sea su legado.

Tampoco culpo del todo al "béisbol", esa entidad sin rostro que a veces se le acusa de haber provocado todo el desastre de los esteroides al hacerse de la vista larga ante las drogas para el rendimiento atlético. En un esfuerzo de revivir la popularidad del béisbol hace una década, dicta esa línea de pensamiento, los oficiales del béisbol permitieron que algunos jugadores poco por encima del promedio pegaran jonrones más allá de los límites de los mortales. Ellos sabían que a nosotros nos gustaba el jonrón.

Bueno, ya el jonrón no nos impresiona tanto. Al menos no de esa manera. Y hay culpa suficiente para repartir entre todos, incluso A-Rod.

Por supuesto, una vez haya pasado el No. 600, nosotros probablemente no tendremos que preocuparnos por la próxima "hazaña" en un buen rato. Rodríguez es el único jugador activo con una oportunidad realista de quebrar el récord de todos los tiempos. Pero ya tiene 35 años de edad, desde el martes, y está proyectado para batear 27 bambinazos esta temporada. Esa sería su cifra menor durante una temporada "saludable" desde 1997, cuando bateó 23.

Si juega siete temporadas adicionales (tiempo que le resta en su contrato actual con los Yankees), tendría que marcar un promedio de 22 jonrones por temporada para superar a Bonds. En ese ntonces, tendría 42 años de edad.

El único otro jugador activo que parece tener oportunidad de superar los 600 jonrones en el futuro cercano es Manny Ramírez, de 38 años, con 46 restantes tras registrar 554 vuelacercas de carrera. Pero sólo cuenta con ocho jonrones en 2010; a ese paso, llegará a la edad de 40 años cuando finalmente alcance los 600 jonrones.

Albert Pujols nos da esperanzas para recuperar la fe
Fuera de ellos, los únicos jugadores activos con más de 400 jonrones son Chipper Jones (433), Vladimir Guerrero (427), Giambi (412) y Andruw Jones, quien alcanzó los 400 silenciosamente el 11 de julio -- estoy seguro que tú recuerdas exactamente dónde estabas cuando eso sucedió -- y ahora cuenta con 401.

Pero existe un hombre que nos podría ayudar a recuperar el amor por los jonrones y los récords otra vez -- y tal vez ocurra más pronto de lo que pensamos.

Hasta la fecha (hasta la fecha) el primera base de los Cardenales de San Luis Albert Pujols parece no verse afectado por nada de lo que hemos visto anteriormente para erosionar nuestra pasión por el jonrón. Él hace swing con gracia y poder y parece haber sido hecho a la medida con el único propósito de hacer que nos apasionemos por el jonrón otra vez.

Pujols tiene 389 jonrones de carrera, y con sólo 30 años de edad, todavía saca la pelota a un ritmo prodigioso.

De hecho, con 23 jonrones en 99 partidos en lo que va de temporada, debe alcanzar los 400 antes de que culmine el 2010. Pujols batea uno casi cada cuatro juegos, por lo que se elevaría a los 400 para, aproximadamente, el 19 de septiembre, cuando los Cardenales reciban a los Padres de San Diego.

Seguro, todavía estará a 200 jonrones de distancia de A-Rod y a 362 de Bonds. Pero anótalo desde ahora. Tal vez estemos listos para que nos importe de nuevo. Tal vez.

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