Una de las figuras mas emblematica del espectáculo mundial es Charles Chaplin, a él se atribuye haber dicho "La vida es una obra de teatro que no permite ensayos... Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida... Antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos"
En estos días que la República dominicana se prepara para conocer los escogidos por los "jurados" de los Premios Casandra con sus altas y sus bajas, nos asalta la curiosidad de preguntar, quien reconoce los méritos y los aportes de los dueños de los medios audiovisuales dominicanos, de los dueños de los canales y de los pioneros en el aporte a favor de que nuestros artistas brillen.
Cual de esos "genios de la justicia divina en la escogencia" de los agraciados, a meditado en reconocer lo que los propietarios de los canales no solo de radio sino de televisión y de Cable han realizado en favor de muchos de los premiados, algunos con la suerte quizás de que su premio está garantizado antes de el certamen, gracias a la grandeza de la gula de Manmón (Dios del Dinero) que llega antes de tiempo
Ya Federico García Lorca había advertido el problema de la fama cuando dijo "El hombre famoso tiene la amargura de llevar el pecho frío y traspasado por linternas sordas que dirigen sobre ellos otros".
Es probable que estos personajes, responsables de que la nación conozca a los premiados y a los no premiados, y que no tienen la suerte de ser tomados en cuenta por rabulas con complejo de grandeza, aunque todos quieren estar en los medios de su propiedad, cuando digo todos me refiero a artistas, periodistas y comunicadores en sentido general que se mueren por salir en las pantallas de los olvidados.
Talvez no son premiados porque los que debieran ejecutar tal acción le dan seguimiento, digo yo? a las expresiones del periodista Mexicano Juan José Origel cuando en su revista escribe "Los artistas están tan necesitados que venden su vida por tres pesos, tienen tanta necesidad que de eso viven ahora" en este caso cambiaría el termino artista por periodistas y el vida por moral.
Cuando paso revista a nombres que han dado verdaderos aportes al país no solo en el espectáculo, sino en el desarrollo mismo, me llega a la memoria el trabajo tesonero que incluso le ha costado su canal en la ciudad de Santiago de los caballeros, ante la mira ciega y el oído sordo de los periodistas dominicanos y de los periodistas de arte y espectáculo que al parecer se han metido la lengua quien sabe donde para auxiliar no solo a Víctor Tejada, sino al medio en sí
Caso similar veo, cuando se ignora los aportes que a la alegría dominicana por más de 40 años han brindado dos figuras de primer orden que se han ganado con sobrada razón y con méritos que superan todos los espacios habidos y por haber del espectáculo José Augusto Thomen y Augusto Guerrero.
Pero esos aportes no quedan ahí, otro olvido a drede o por ignorancia, es el de figuras que han sido responsables de que nuestra comunicación ocupe un lugar especial como Popy Bermúdez, quien no solo invirtió tiempo y dinero para que la televisión se situara en un lugar de preferencia sino que se integró en sus inicios al éxito de la pantalla chica a color desde el Hotel Matúm
Cuando pasamos revista, nos encontramos con otro gran olvidado quien a pesar de su forma y de su estilo, no se puede quitar los aportes y la entrega que ha realizado, pero tampoco se le ha dado su justo lugar, es el caso de Juan Ramón Gómez Díaz una de las piezas más importantes en estos tiempo para la comunicación dominicana de cara a su internacionalización.
Todo ese olvido me hace reír cuando veo como se premian a figuras sin importancia e incluso a muchachas que no aportan nada en ningún orden, lo que al parecer no es más que darle seguimiento a lo que dice la actríz de novela Alejandra Àvalos cuando al referirse a la fama expone "Soñé con María Feliz y me dijo lo que tengo que hacer para convertirme en la próxima diva de México" es como si se repitiera la acción de Herodes Antipas, arrodillado ante la petición de Salomé tras la danza de sus caderas.
Otro que ha sido olvidado y que tampoco ha recibido su justo reconocimiento por los aportes que ha realizado es Frank Jorge Elias, que se dedicó de lleno a la comunicación, pero que como los demás, pasa sin pito y sin flauta por la danza del "chimichurri" en que se han convertido los diferentes premios y reconocimientos que suelen hacer los llamados periodistas de espectáculo en la patria de Duarte
Si los propietarios de los medios de Santo Domingo donde se anida la centralización de premios no le da importancia a estos hombres de la comunicación que han invertido fortuna, menos suerte tienen gentes como Don Ulises Polanco Morales que no solo invirtió 80 millones de pesos al inicio de su canal sino que ha sido puntero en el desarrollo de jóvenes talentosos que han emergido del cibao central, con calidad, preparación y seriedad.
Cuando vemos el aporte de Anthony Marte a la televisión y la juventud del país desde sus medios audio visuales, nos damos cuenta hasta donde llega la ceguera de muchos, Anthony no solo es propietario de canales sino también un verdadero comunicador a tiempo completo que a base de sacrificios y responsabilidad, ha sabido situar al cibao en un pedestal de respeto gracias a la templanza de su formación, herencia de un hombre llamado Gabino Nuñez Rosa en Moca, capital de la cultura dominicana.
No he visto tampoco que como pago a sus aportes, se haya reconocido también, el trabajo de otro titán de la comunicación como lo es Adalberto de León, entregado, disciplinado, buen patrón, mejor compañero y que sufre lo que acontece en los medios nacionales.
Por eso pregunto, quien los premia a ellos?
Para los que se encargan de otorgar premios, estos 8 personajes no cuentan, pero si sus medios, porque generan egos y plata, ademas es parte del circo sin carpa que nos presentan cada año, ellos, los olvidados en cambio, tienen que asumir como suyas las expresiones de la finada Mariana Levy cuando dijo "Ya me tocó vivir el protagónico, ser la última coca-cola del desierto y que todo el mundo te entreviste, ya no me hace falta"
Hasta nuestro próximo comentario
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