NUEVA YORK/EDLP - Con sólo cinco días de pasantía en su oficina, Daniel Hernández no sólo fue testigo del tiroteo que dejó malherida a la congresista demócrata Gabrielle Giffords sino que se convirtió casi en héroe al darle la ayuda que pudo haberle salvado la vida, según publica en su edición de hoy The Arizona Republic.
Cuando se inició el tiroteo en Tucson, el estudiante de tercer año de la Universidad de Arizona y 20 años de edad, se encontraba a unos 30 pies de la congresista e inmediatamente corrió hacia ella, detalló el rotativo.
Mientras esperaban a que llegaran los servicios de emergencia, Hernández sostuvo en su regazo la cabeza de Gifford a la vez que presionaba suavemente para detener el sangrado.
“Tuve que sostenerla porque estaba herida de gravedad y quería estar seguro de que podía respirar correctamente porque tenía mucha sangre”, declaró el universitario.
El joven le dijo a ABC News que Giffords estaba “alerta” y que respondió con gestos pero no pudo hacerlo con palabras.
Hernández acompañó a Giffords en la ambulancia hasta el hospital. 1
tomado de eldiariony.com
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