Señor
Bolivar Balcacer
Director,Periodico MartilloyClavo.com
New York
Apreciado Bolivar
Me dirijo a ti con el respeto y la admiración de siempre, esta vez para aclarar algunas confusiones y malos entendidos respecto a la incorporación de la Asociación de Cronistas de Arte (ACROARTE) en el estado de Nueva York. Trámite normal al que ahora echa mano como tema de campaña, un grupo en evidente desesperación ante el advenimiento real de su fría derrota electoral.
Ese mismo grupo que adversamos, es el mismo que ha mantenido marginada la filial de ACROARTE en Nueva York para imponer su poderío y hegemonía en la Republica Dominicana y en esta ciudad. Vienen imperando en ACROARTE desde hace años y nunca les han importado nuestros reclamos ni nuestras conquistas. Se han limitado a bajar línea con la arrogante frase: “Eso no se puede!”.
Permítame, distinguido colega, referirme ahora al tema de la cacareada incorporación:
No se ha incorporado ACROARTE en mi nombre. Nunca he señalado a nadie en particular como responsable de la incorporación de ACROARTE. He dicho y sostengo que la directiva que yo presidía en el 2006 tomó la iniciativa de incorporar la institución como un trámite lógico y necesario que debió haberse materializado desde hace tiempo y que por descuido no se había tomado en cuenta.
En reunión extraordinaria acordamos invitar a un notario y la distinguida colega Zunilda Fondeur sugirió a Rudy Santana, El colega Miguel Angel Rodríguez, a la sazón, Secretario de Finanzas hizo el pago efectivo de los honorarios del notario, para que se le reembolsara en un próximo encuentro. En el 2007, concluida la primera parte de la corporación, el libro quedó en manos de Rodríguez.
Acordamos registrar e incorporar a ACROARTE para darle personería jurídica en esta nación para que de esa forma la filial cumpliera con los requisitos que exigen las leyes estadounidenses y, evitar así que ACROARTE fuera registrada por personas ajenas a la institución.
Como tu sabes Bolívar, aquí eso de incorporar instituciones es algo delicado en lo que a uno no le gusta involucrarse, porque cuando dichas corporaciones se activan, los oficiales que la componen se convierten en responsables de pagar, a las diferentes instituciones estatales, las “quoters”, o sea, pagar cada tres meses los impuestos correspondientes al gobierno y al estado. Tal vez, por eso todavía no se ha concluido dicho proceso.
No entiendo porque tanto revuelo contra gente que se ha fajado, que ha sacrificado todo por mantener a ACROARTE viva en Nueva York. Si leemos los estatutos de ACROARTE, en ninguna parte se prohíbe a las filiales internacionales que registren o incorporen la institución como lo exigen las leyes del país donde se originan y habitan.
Perdóneme la inmodestia, pero si a alguien correspondería incorporar la filial de Nueva York es a Roberto Gerónimo, que ha hecho esfuerzos encomiable para que no desaparezca en esta ciudad, estando 16 años al frente o al lado de la misma y que hasta he cedido mi oficina y mi casa al servicio de ACROARTE en Nueva York. Sin embargo, por mi respeto a la institucionalidad, ese no ha sido el caso.
Donde está el pecado? Hemos mantenido a ACROARTE “contra viento y marea”, sin ningún respaldo de la matriz en Santo, que como un tutor irresponsable abandona su “fillio” para, al observar su auto desarrollo, venir a cuestionarlo con el descaro de la exigencia paternal.
Amigo Bolívar, veterano de la comunicación, le solicito de la manera mas sincera, siga observando este proceso con el valor y la objetividad que le caracteriza para que pueda detectar y rechazar la manipulación falsa que pretende ejercer un grupito que se escuda en el simple trámite de una incorporación, para tratar de desorientar a una filial revelada, que desde ya anuncia el triunfo arrollador de los cesares: Cesar Dalmasí en Santo Domingo y en Nueva York Cesar Romero!
Con sentimiento y alta estima,
Roberto Gerónimo
Ex Presidente/Fundador
ACROARTE, New York.
Nota de Redacción: El maestro Roberto Geronimo está en todo el derecho de usar nuestras páginas para hacer publico sus opiniones al igual que otros colegas, que deben sentir la libertad de usar este puente como forma de informar dentro del marco del respeto como lo ha hecho este gran comunicador de New York.
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