Tomado de Atanay.com.
Articulo de Miguel Esteban Prieto Caldentey.
“A finales del siglo V los ayunos ya establecidos del miércoles y viernes ganaron en importancia y se convirtieron en preparación para el ayuno pascual.”
Santo Domingo. (Atanay.Com).-Introducción: Las comunidades cristianas vivían su fe en un ambiente pagano. Y sin embargo, por la gracia de Dios, aumentaba el número de los creyentes. Esto ocasionó problemas. La discreción de que rodeaban su culto hacía sospechar lo peor. Se fue generalizando la celebración de la eucaristía cada domingo, día del Señor.
El cristianismo viene de Oriente y se está extendiendo a Occidente. Los cristianos son algo así como unos inmigrantes cuyas costumbres no acaban de comprenderse: se reúnen, rezan, comparten sus bienes, son respetuosos, recatados, honestos... Constituyen, se dice, una secta; y por eso, el mundo romano no ve con buenos ojos a los cristianos. Hay, pues, que eliminarlos.
¿Cómo y cuándo comienza a vivirse la Cuaresma? La pre-historia.
La celebración de la Pascua del Señor, constituye la fiesta primordial del año litúrgico. En el siglo II la Iglesia comenzó a celebrar anualmente el misterio pascual de Cristo; percibió la necesidad de una preparación adecuada, con apoyo de la oración y del ayuno el viernes y sábado, según el modo prescrito por el Señor.
En la Didascalia (doctrina supuestamente escrita por los Apóstoles en el Concilio de Jerusalén), se dice que la celebración dura una semana.
Paso a paso, este período de preparación pascual llegó a constituir la realidad litúrgica que hoy conocemos como Tiempo de Cuaresma. Influyeron también, sin duda, las exigencias del catecumenado y la disciplina penitencial para la reconciliación de los penitentes.
La primitiva celebración de la Pascua del Señor tenía un ayuno preparatorio el viernes y sábado anteriores, según un documento de comienzos del siglo III, “La Tradición Apostólica”, que exige que los candidatos al bautismo ayunen el viernes y transcurran la noche del sábado en vela. Por otra parte, en el siglo III, la Iglesia de Alejandría, relacionada con la sede romana, vivía una semana de ayuno previo a las fiestas pascuales.
En Roma, a finales del siglo III, la preparación era de tres semanas, en las que se ayunaba diariamente, excepto sábados y domingos.
El embrión de la Cuaresma; la historia
En el siglo IV aparece consolidada en casi todas las Iglesias de Oriente y Occidente la Cuaresma, según testimonio de Eusebio en el año 332.
Hacia el año 385 la preparación pascual se alargó a seis semanas, también con ayuno diario, con las excepciones indicadas, excluyéndose el viernes y el sábado último, pertenecientes al Triduo Sacro.
El período cuaresmal de seis semanas de duración nació probablemente vinculado a la práctica penitencial: los penitentes comenzaban su preparación más intensa el sexto domingo antes de Pascua y vivían un ayuno prolongado que comenzaba el primer domingo de Cuaresma, hasta el día de la reconciliación, que acaecía durante la asamblea eucarística del Jueves Santo.
Como este período de penitencia duraba cuarenta días, recibió el nombre de Cuadragésima o Cuaresma.
A finales del siglo V los ayunos ya establecidos del miércoles y viernes ganaron en importancia y se convirtieron en preparación para el ayuno pascual.
Su evolución
La Cuaresma más antigua en Roma sólo tenía dos días litúrgicos, los miércoles y los viernes. Al principio de la organización cuaresmal sólo se celebraba la Eucaristía los domingos.
Posteriormente en tiempos de San León Papa (440-461) se extendió la liturgia no eucarística también a los lunes, además de miércoles y viernes. Y a finales del siglo VI ya se celebraba la Eucaristía también lunes, miércoles y viernes.
Más tarde, se añadieron asambleas eucarísticas los martes y sábados. Durante el pontificado de Gregorio II (715-731), se celebraba la asamblea eucarística también los jueves completando la semana.
Durante la cuaresma había un período penitencial en el que los penitentes por la imposición de la ceniza, ingresaban en el orden que regulaba la penitencia canónica. Cuando la institución penitencial desapareció, el rito se extendió a todas las comunidades cristianas: este es el origen del Miércoles de Ceniza.
La Cuaresma era una práctica en Roma, en Oriente, y en algunas regiones de Occidente. Probablemente con raíces en la ascesis monástica, aunque resulte difícil conocer sus características.
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