lunes, 1 de octubre de 2012

Omega: Realidad o leyenda?

Por: Cholo Brenes

El Nacional

Nunca uno debe renegar el origen de su gente, de su clase. Si naciste dentro del sudor del barrio siempre tendrás que sentirte orgulloso del mismo, aún tengas todo el derecho de superarte y con el crezcas.

Los pueblos por más ignorantes que sean llegan a darse cuenta cómo al final del tiempo la lejanía del que creció se va apagando.

Omega es un caso de esos, con razón o sin ella las ultimas semanas se las ha pasado recusando a la juez y elevando recursos para obtener su libertad, que aún después de que la bailarina que lo acusó dijera que no fue cierto, que fue empujada a decir eso, la juez en cuestión lo mantiene en prisión.

No sabemos si es un caso de muchos más de abuso a la mujer o una vendetta sobre la cual caben los otros cuatro o cinco casos anteriores que están logrando su objetivo.

Hay algunos, que no sé con qué conocimiento dicen que hay un general o un adinerado de la alta detrás del caso.

¿Habrá tenido Antonio Peter de la Rosa alguna relación amorosa con mujer alguna ligada al círculo de quienes dicen? Cosa que no es de extrañar, porque en más de una oportunidad una de estas señoras ha sido encontrada con el jardinero, chofer, guarda espaldas, etc. y esto no es relato de telenovela, es de la vida diaria.

No sabemos quién es el abogado que lo defiende o quiénes serán los dolientes; amigos, familiares o interesados económicamente que despliegan la campaña estratégica de su defensa. Lo cierto es, lo que nos parece a nosotros, que los intentos han sido fallidos y cada día tiende a desesperar al intérprete de “Chambonea”.

Sabemos de su pegada en territorio norteamericano y de incursiones tímidas no muy frecuentes en nuestro país.

Los que no conocen los avances técnicos nunca podrán entender cómo a través de un celular pasamos a un estudio y mal que bien se logra un arreglo y una mezcla que se lanza para la calle. El director de la cárcel donde está Omega aún no comprende esto.

Creemos que la lucha para mantener su nombre y su prestigio, hoy en desgaste, está en los barrios.

El pertenece a los “tigueres” del barrio, los que siempre andan sudaos, a los que son amantes del peligro que encierra caminar por esas sendas, y como eso es así, tienen en consecuencia hacer la labor de base con el barrio, con los “tígueres”; que ese es su verdadero habitad, no lo disfracen con perfumes caros, él no es de ahí. La gleba se sintió alegre cuando nació Omega, uno que los representaba a ellos.

Métanse a los callejones y levanten el prestigio que alguna vez tuvo, antes que pueda desprestigiarse como artista.

Tiene un padrino con cuarto y mucho, la justicia lo sabe bien y los periodistas del medio también.

Que no le pase como a las mariposas que se pasan la vida dándole vueltas a la lámpara y al final sus alas se queman y mueren.

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