Han transcurrido tres días desde que Nancy Alvarez dijo en una entrevista por televisión que no ha recibido El Soberano, principal galardón que otorga la Asociación de Cronistas de Arte en los premios Casandra, porque "no paga".
En otros tiempos una acusación como la señalada, hubiese provocado por lo menos un desgarre de vestiduras. Sin embargo, ya se toma como normal, "algo a lo que no hay que hacer caso", sin reparar en el componente nocivo y corrosivo, que conllevan esas palabras.
Se olvidan de la famosa frase de Joseph Goebbels de que "una mentira repetida mil veces se convierte en verdad", pues en iguales términos se han expresado ultimamente Rubby Pérez y Frederick Martínez (El Pachá), sin que tampoco nadie haya dicho esta boca es mía en defensa de la institución ni de su premio. Por el contrario, a Rubby se le llamó para que formara parte del segmento en homenaje a Wilfrido Vargas, olvidando las ofensas.
Pero ya explicaremos a que se debe ese silencio, que algunos han interpretado como "el que calla otorga".
No es cierto que El Soberano, (en cuya selección participan los directivos de Acroarte y la Junta de Asesores, donde figuran los ex presidentes) se vende y se compra como si se tratara de una compriventa en un mercado persa.
Ahora bien, y para que se vea que de ninguna manera apañamos y encubrimos los hechos, lo que debió decir Nancy Alvarez es que ella no ha realizado gestión alguna de lobismo ni de relaciones públicas, para que se le reconozca su labor, lo
cual nadie podría negar.
Es innegable que los denominados "relacionadores públicos", enquistados hasta en la misma directiva (aunque a veces se delegan y se encubren los clientes) se necesita hoy día para lograr resonancia y que se tome en cuenta el trabajo de cualquier artista.
Eso, nadie que sea serio, lo puede negar.
El trabajo de relaciones públicas alcanza niveles que en muchos casos determina nominaciones y hasta los premios. Nadie vivo, que "ande en dos patas", puede negar la realidad de que es obligatorio impulsar la imagen y la propaganda en los medios de artistas y programas de televisión que de otra manera se colocarían en una posicíon de desventaja con respecto a los demás. No nos llamemos a engaños y seamos serios, que mucha gente factura con ello en un mes lo que no se gana en salario trabajando en un medio el año entero.
Ya de ese tema hemos hablado en múltiples ocasiones, advirtiendo que si bien es cierto que se trata de un trabajo válido, de ninguna manera lo puede ser el hecho de que se use para propiciar y cabildear premios, que es algo diferente, espero que se me entienda.
Así es que Nancy, la próxima vez, aclara bien lo de "el pago".
Lo que tú no has querido pagar es tu cabildero, vestido con el traje de "relacionista público".
Tomado de merengala.blogspot.com
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