WASHINGTON- El sombrero rosa que llenó las calles de EE.UU. hace un año en la “Marcha de las Mujeres” es hoy el símbolo de un movimiento de resistencia social al presidente Donald Trump que promete batalla en las próximas elecciones legislativas.
Aquel momento histórico mutó enseguida en un movimiento que, como aquella marcha, congrega a mujeres y hombres alarmados por las políticas de Trump contra los inmigrantes, los derechos.
reproductivos, el medioambiente o la cobertura sanitaria.
En los primeros meses de Trump en la Casa Blanca, casi cada fin de semana había una manifestación por alguno de esos temas, una movilización social que el país no vivía desde las protestas contra la Guerra de Vietnam de los años sesenta y setenta, ni siquiera en la convulsa era de George W. Bush.
Uno de los momentos más impresionantes fue la inmediata y masiva respuesta al veto migratorio contra varios países de mayoría musulmana: miles de manifestantes y abogados inundaron los aeropuertos en medio del caos que provocó la medida.
“La gente se organizó en todas partes, fue algo increíble. Eso me demostró que la ‘Marcha de las Mujeres’ tenía la oportunidad de construir la resistencia en este país”, recuerda Linda Sarsour, una de las tesoreras de la protesta.
Agencia EFE
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