NUEVA YORK.-La devoción a la madre de Jesucristo y el patriotismo de los
dominicanos residentes aquí se pusieron de manifiesto durante la misa principal
de las festividades de la Virgen de la Altagracia, oficiada por el obispo de la
diócesis de Puerto Plata, monseñor Julio César Corniel Amaro, y concelebrada
por varios sacerdotes en la Catedral San Patricio, con la presencia de la
vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández y el cónsul general en esta
ciudad, Luis Lithgow.
En el acto religioso, en el que se interpretaron los himnos
estadounidense, dominicano y el dedicado a la Virgen, monseñor Corniel Amaro
hizo referencia a los valores morales de la familia, el deber de los padres de
darle una buena educación a sus hijos, el fortalecimiento de la fe, y la necesidad
de que los seres humanos auspicien siempre un clima de amor y paz entre ellos.
Cientos de dominicanos de
distintas parroquias de los condados de Queens, Manhattan, El Bronx y Brooklyn
participaron de la misa y en varias ocasiones enarbolaron en pequeñas astas la
bandera de su país, donada por el Consulado, y al concluir la misma muchos
quisieron retratarse junto a la vicepresidenta Cedeño de Fernández y el cónsul
Lithgow.
“La verdad es que quiero felicitar al comité organizador por esta
iniciativa que ha venido desarrollándose desde hace ya más de una década”, dijo
la vicepresidenta dominicana.
Recordó que participó en el 2010 “en ocasión también de la misa especial
que hicimos con nuestros hermanos haitianos a partir del terremoto –de 7 grados
en la escala Richter- que desgraciadamente azotó a Haití”, provocando las
muertes de miles de personas y otras tantas desaparecidas.
“Y estamos aquí, ya en mi
condición de Vicepresidenta y cada año espero que pueda, pues asistir, estar
aquí con todos ustedes, con mis queridos dominicanos y dominicanas de esta gran
urbe de Nueva York, esta gran manzana, y que así como esa manzana roja, pues es
tan apetecida, así mismo es ese corazón rojo de María, y ese corazón lleno de
amor y henchido de emoción y de bendiciones, como dominicanos, porque siempre
lata por nuestra patria y por nuestra madre protectora”, precisó.
De su lado, el cónsul general de la República Dominicana en esta
metrópoli dijo que la misa que tuvo como celebrante principal a monseñor Corniel
Amaro y como invitado especial a Josu Iriondo, vicario del Ministerio Hispano y
obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Nueva York, “es un evento muy significativo
que realza los principios cristianos de nuestro pueblo dominicano”.
Aprovechó la ocasión para “en nombre del Consulado y el mío propio,
brindarle un abrazo fraternal a cada uno de los hermanos dominicanos en lo que sería
la apertura de la celebración del Mes de la Herencia Dominicana, durante el
cual se realizan numerosas actividades”.
Lithgow agradeció la participación de cientos de sus connacionales que -no
obstante las bajas temperaturas
invernales- hicieron acto de presencia en la Catedral San Patricio, localizada
en la Quinta Avenida con esquina calle 51, en Manhattan, y exhortó a los
católicos residentes dentro y fuera de su patria a preservar su devoción a la Virgen
de la Altagracia.
Durante la misa, en la que estuvieron presentes el senador Adriano
Espaillat, en representación del distrito 31; y la asambleísta estatal Gabriela
Rosa, representante del distrito 72, la vicepresidenta Cedeño de Fernández y el
cónsul Lithgow presentaron las ofrendas
ante el altar, siendo recibidas por monseñor Corniel Amaro.
José Crisóstomo, presidente del Comité Altagraciano de Nueva York, dio
las gracias desde el púlpito a nombre de los organizadores de las distintas
actividades conmemorativas de la Virgen de la Altagracia, al festejarse su día este
martes 21 de enero en la nación dominicana.
La misa fue concelebrada, además, por monseñor Gabriel La Paz y otros
pastores de iglesias de la República Dominicana y de aquí, y marca el inicio de
la celebración del Mes de la Herencia Dominicana, que incluye eventos
organizados por instituciones profesionales, culturales, sociales, deportivas,
educativas y religiosas, integradas por dominicanos.
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