SANTO DOMINGO, 3 de febrero 2013.-El ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, se unió al dolor que embarga a la familia Mirabal por la muerte de Bélgica Adela Mirabal, doña Dedé, de quien dijo ha dejado el ejemplo de vivir sin odio ni rencores ante quienes la pusieron a vivir el odioso episodio de haber visto morir asesinadas a sus hermanas Minerva, Patria y Teresa durante la tiranía de Rafael Leónidas Trujillo Molina.
Rodríguez entiende que el ejemplo de vida de doña Dedé, que asumió con entereza y firmeza el calvario que le fuera impuesto por aquella dictadura, es un legado que los dominicanos y dominicanas deben recordar y emular.
El funcionario dijo que en su nombre y del personal del Ministerio de Cultura se une el pesar nacional por la muerte de Dedé Mirabal, en especial al del ex vicepresidente de la República y ministro de Deportes, Jaime David Fernández Mirabal y a todos sus familiares.
Rodríguez expuso que la sociedad dominicana siempre vio en Doña Dedé Mirabal una mujer llena de amor, que irradiaba paz y que supo ser el eje de unidad familiar abatida por el infausto asesinato de sus tres hermanas.
Los restos de doña Dedé fueron velados en la Funeraria Blandino, de la avenida Abraham Lincoln y serán sepultados este lunes a las 4 de la tarde en Salcedo, su ciudad natal. Le sobreviven sus otros hijos biológicos Jaime Rafael, Jaime David Fernández Mirabal, así como los seis hijos de sus hermanas asesinadas que los hizo suyos.
El Nuevo Diario
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