El trabajo sobresale por la magnífica interpretación y los matices de voz de la joven Steffany, quien ha plantado bandera como cantante del merengue de este tiempo.
De igual manera se destaca el hecho de que el tradicional Fernando Villalona, ha sido sacado de su habitat natural y su zona de confort, montándolo en un estilo de interpretación al socaire de la barahunda del sonido del merengue convencional, merced al magnífico arrreglo de Moisés Sánchez, quien como saben, rompe con los patrones del convencionalismo frugal que se consigue en las góndolas de los supermercados de la música, y que a tanta gente indigesta ya por lo rancio.
Sólo Manuel Tejada con la producción de "Confundido", y ahora Moisés Sánchez, han sacado de cauce al Fernando Villalona de "Dominicano Soy" y "baila en la calle de noche y baila en la calle de día", haciéndolo abrevar de otras aguas.
Un merengue fresco, digerible, moderno, romántico, sin concesiones de óbolos con los que algunos pretenden alcanzar la redención, atrapados como están en las ruedas del tiempo.
Tomado de Merengala
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