
Una sesión de yoga suele durar entre una hora y una hora y media, durante la cual se practican diversas posturas que tienen como objetivo actuar sobre el cuerpo y la mente, con distintos grados de dificultad, dependiendo el nivel del alumno.
Al finalizar, se dedican unos 10 o 15 minutos a técnicas de relajación y meditación destinadas a devolver la calma a la mente y el cuerpo.Una de las ventajas de esta disciplina es que después de practicarse en centros especializados y aprender las técnicas correctas, se puede continuar con una práctica personal en casa o en cualquier lugar.
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