Mark McGwire es el primer pelotero que haya usado esteroides y que haya sido candidato al Salón de la Fama, y el toletero que ha conectado más jonrones que nadie, excepto Alex Rodriguez y otros siete peloteros nunca ha sacado más de 25 por ciento de los votos en la boleta.
En algunas partes, hay una presunción de que el tiempo suavizará la actitud de los escritores de béisbol hacia los jugadores que admitieron haber usado sustancias para mejorar el rendimiento. En algunas partes, hay una presunción de que las nuevas generaciones de escritores verán un Salón de la Fama que no tenga a Barry Bonds o a Roger Clemens or McGwire o Rodríguez y que algún día dejarán entrar a esos jugadores.
Es evidente que entre los escritores más viejos hay un movimiento signicativo e inamovible para nunca votar por jugadores que sean al menos sospechosos de haber utilizado sustancias para mejorar el rendimiento, y todo lo que se requiere para evitar que un jugador entre al Recinto es el 25 porciento más uno votando "No."
Muchos de los votantes más jóvenes -- aquellos que comenzaron a cubrir el deporte en el 2002 o 2003 -- solo tendrán conocimiento de primera mano de una institución de béisbol que ha trabajado de forma diligente para erradicar el uso de sustancias para mejorar el rendimiento. Ellos no habrán experimentado el contexto completo, de haber visto a la institución condonar efectivamente el uso de esas drogas al ignorar el problema creciente por unos 15 o 20 años.

Yo voté por McGwire, y voy a votar por Clemens y Bonds y Rodríguez, porque dentro del contexto de su era -- una época en la que la mayoría de los mejores jugadores estaban probablemente utilizando esteroides -- ellos fueron los mejores jugadores.
Y sin el beneficio de tener algo cercano al conocimiento completo de quien utilizó qué, y cuando lo usó, pienso que el único estándar justo y consistente es el no votar por ninguno de la era de los esteroides, o dejar a un lado la cuestión de quien usó qué y solo votar por los mejores jugadores.
Pero ese punto de vista es compartido por la minoría dentro de los votantes en la Asociación de Escritores de Béisbol. Y eso significa que Rodríguez, un usuario confeso de sustancias para mejorar el rendimiento, nunca va a entrar al Salón de la Fama, aunque batee 600 jonrones o 6,000.

Bonds felicitó a Rodríguez, según escribe Brian Costello.
El talento de A-Rod es innegable, según escribe Richard Griffin.
El guardia de seguridad que logró atrapar la pelota del jonrón No. 600 se sintió emocionado .
Shaun Marcum se había venido sintiendo bastante enfermo antes de permitir el HR 600 de A-Rod, según escribe Mike Rutsey; si no tienen idea del tipo de competidor que es Marcum, lean esta historia. Él no es del tipo de persona que concede nada.
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